miércoles, 20 de febrero de 2008
parte de un dia...
A veces uno siente
Que las horas
Pasan como árboles
Que los días se pasan
Como flechas
Sin dar en el blanco
Sin la más mínima aproximación
Aproximación?...
A veces uno es árbol
Y las horas pasan como hojas
Los días pasan como flechas
Sin dar en el blanco
Sin la más mínima aproximación
Aproximación?...
A veces uno es el blanco
y las horas los árboles los días
Nos dan en el centro
Como flechas
Entonces
Uno es sólo una hoja
Sin la más mínima aproximación
Aproximación?..
martes, 19 de febrero de 2008
primera partida........

Te conozco demasiado bien. Sé que te acercás a mí con una aparente ingenuidad. ¿No! No te sorprendas. Si digo, aparente, es porque sé que no es así. Nada de ingenuidades entre tu y yo. Jamás las hubo ni las habrá. tu estás tan atenta como yo. Tan preparada desde tu lugar como yo desde el mío. Tan atento a descubrirme, a darme caza, que tu cara no es más que una de las tantas caras de poker que pones para ocultar tu juego.
Si ¿Por qué pones esa cara? Si esto siempre fue y será un juego entre los dos. Los dos nos hacemos los tontos pero estamos atentos a ver en qué momento damos el paso en falso. En qué momento descubrimos el juego del otro y ¡waaaa! Gritar nuestro triunfo.
Pero no creas que con esto estoy dejando de jugar. Ni sueñes que, el poner las cartas sobre la mesa, implique que no esté jugando. Al contrario. Lo estoy haciendo desde el comienzo. Desde que empecé a mostrarte mi primera carta. Desde ese instante comencé a tirar mi jugada. A armar mi nueva trampa.
Una a una fui mostrándote sus partes, para que pensaras lo que yo quería que pensaras. Hasta ahora, hasta tenerte ahí, preguntándote para adentro, con qué cosa voi a salir.
Con ninguna. No voy a salir con nada nuevo. Con solo saber que ya estás adentro, me doy por hecho. Solo queda dejar de escribir, para que tu, puedas salir de este texto. Para que, como me pasa a mí cuando estoy de tu lado, salir corriendo a buscar otro.
Hasta la próxima partida.
lunes, 18 de febrero de 2008
Aire

Me ahogo. Me estoy ahogando otra vez. Unas garras heladas me oprimen la garganta. No puedo respirar. Me falta aire. Déjame en paz, por favor. Estás acabando conmigo. Me duele el pecho. No sabes cómo me duele. Y me tiemblan las manos hasta el punto que me cuesta escribir. Es culpa tuya. Déjame en paz. Déjame ser. No me encierres en una jaula. No me ataques. No me ataques más. ¿No entiendes que sólo me alejas de ti?Necesito irme de aquí. Necesito irme de aquí. Necesito irme de aquí. Que alguien me saque de aquí, por favor. Me voy a volver loco...
domingo, 17 de febrero de 2008
monocromo.........................................

Aquí, más allá de todo, tal vez alcances a descubrir la magnitud de mi sufrimiento. Sabrás así de qué modo te quiero. Si es que realmente quieres saberlo.Qué será. Me pregunto qué será abrir los ojos y comprender la inmensidad de los colores. Mi mundo ( de un solo color y monótono) no deja de sangrar. Me duele mirar y no poder ver. Me duele tanto que el dolor se hace físico y se diluye en forma de lágrimas. A veces no sé dejar de llorar. Me pregunto si por eso los colores se me escurrieron desde la mirada. Todo es un lienzo blanco maltratado en negro. Como palabras escritas sobre papel. Me tiemblan las manos. Y me da miedo. Me da miedo ……………ser diferente………….. Me da miedo no encontrar nunca los colores que abandonaron un día mi cabeza y la dejaron vacía. ¿Se puede soñar en blanco y negro? Quiero darle un sentido a tus estupidas palabras.Nunca entenderé el azul del cielo, el verde de la hierba, el rojo de la sangre. Ni el misterio del color de tus labios. El infinito me separa de tus ojos negros. “azules…. cafés ….pardos”, insistes. Cállate, que tus palabras sí las oigo, y no sabes cómo duelen. Tomo tu mano. Me hablas de tu palidez y yo sonrío con amargura. La blancura sí puedo describirla, pero me estremece. Blancura manchada de negro. Como tus ojos, la curva de tu nariz, la simpleza perfecta de tu sonrisa, dibujadas por una mano un experta en el lienzo de tu rostro. Agarro un mechón de pelo entre mis dedos. Suave. Por qué no será todo tan sencillo, si yo me conformo con esto. Nadie puede verte como te veo yo. Nadie sabe mirarte como lo hago yo. También debo de sentir diferente. Bebo de tus caricias, insaciable. Mis manos buscan los secretos de tu piel. Dime que esto es amor y te regalaré un universo pintado de sensaciones, me faltan muchas. Mi mundo para ti. Tú háblame de tus colores. Quiero volar y llevarte conmigo, porque aquí no puedo ser del todo. Me falta, me falta algo que desconozco y que no alcanzo a comprender. ¿Lo sabes tú? Dímelo. Quiero saberlo todo. Quiero saberte mía. Quiero alcanzar la felicidad o algo parecido como lo haces tú. Y allí, perderme en tu tiempo. chhhhhhhhhhhh, silencio. No digas nada. Cierra los ojos y mírame. Intenta verme como te veo yo a ti. No, borra esos colores. Bórralo todo. Mis realidades son blancas. Así, rayadas en negro. ¿Me ves? Ahora dibújate a mi lado. Cambia mi tristeza por una sonrisa. Así, muy bien. Séllala con un beso. De eso sí entiendo. No abras los ojos, quédate un rato más conmigo. No soporto tus ausencias, ni mis soledades. Cuando te vayas, cierra la puerta con cuidado. Yo me quedaré dormido a este lado, hasta que los colores se acaben y no haya nada que pueda desear con este nudo en la garganta. Hasta que este lugar deje de tener sentido. Ven a buscarme entonces. Te enseñaré a soñar sobre colores perdidos, para que puedas volar conmigo.
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